Miedo

sensScciones de koyaaniquatsi:
como nada imaginable supera la realidad... rituales ancestrales que de una u otra manera he visto a lo largo de la vida delante de mis ojos. no he visto practicar un ablación, he visto sangrar un gorrino pasando por el miedo, la conmoción y la indiferencia para asimilar, nunca he sentido euforia al ver morir a un animal ni a una persona; pero sí una inmensa paz y alivio.
son como imagenes de recuerdos de la vida cotidiana que me conForma...
sabes enviar un correo electrónico, sabes componer una melodía, sabes combinar los alimentos crudos y hacer comestibles otros aplicándoles métodos de exposición al calor frío dulce salado, sabes realizar argamasa y fabricarte con esos y otros materiales un refugio, sabes entrelazar y tejer el género para protegerte del frío o de las quemaduras del sol, sabes comunicarte de mil maneras para llegar a tu dios y a tu amante, sabes negociar e intercambiar prendas y utensilios para medrar y ser respetado para tener más poder. ¿sabes hacer fuego con dos palos?, ¿sabes evitar una inflamación con la aplicación de un par de plantas?, sabes adaptarte al medio y aceptar, aceptar, aceptar... que el origen de los trajes tradicionales peruanos es castellano (extremeño) y nada más lejos de su intención fue pensar si sería adecuado para su clima y laboreo en los altiplanos del Peru, todas esas enaguas... opuestas a su atuendo original, que se pretendió obsceno por los prejuicios de aquellos..
saltos en el tiempo como las vacunas para las caries en la tribu de los Zoè del amazonas a años luz de una parada cardiaca por sobredosis de anfetaminas y de repente ¡¡ plofff!! alguien pincha su globo y su remanso cerebro queda expuesto a las palabras corrupción del poder..

Orígenes

Voy saltando de piedra en piedra para alcanzar la orilla. Deprisa. En el árbol estaré seguro de nuevo.

Las orquídeas me miran hacia dentro, como si entendieran la evolución del ser y el estar. Me muevo ya sin escamas, sin cola, sin plumas, con dudas, pluricelular de sangre caliente y con lóbulo frontal: donde se procesan todos los juicios de valor.

Decido compartir mis semillas con quien me acorrala, dejándolas caer al vacío. Y duermo las noches con miedo a no dejar legado y los días viendo pasar la lluvia, la niebla, el sol, la sed, el moho, el hambre, el olor de mis excrementos, el tiempo sedante, el color verde, la cordura… no pasan en vano: fabrican un lecho para despertar brotado a mis pies.

Elijo quedarme y repartir los frutos de lo siempre posible y lo nunca querido. Un lugar para no huir, prolífico de certezas que de tanto extender sus hojas hacia mi memoria, han conseguido que las refleje con ojos verdes -antes oscuros- y la esperanza de un destello de razón. Una plegaria: ojalá

Microrrelato elegido para formar parte de la antología "ojos verdes" 

Ojos verdes Editorial. 

Destellos I

El deseaba que el encuentro fuera como un destello en la penumbra, algo esperado, necesitado. Solo podría darse en la librería “Donde los sueños se cumplen”.

Así que aquella mañana Tales pretendía estar en un lugar privilegiado para las ventas, exhibir sus cualidades abierto a toda posibilidad, en primer plano...pues era el día dedicado a la prosa poética, su punto fuerte.
La señorita Emma entró decidida sabiendo lo que buscaba y donde encontrarlo. De repente algo llamó su atención: aquel nombre en letras doradas -Tales- sin más, en la solapa, atraía, era tan intrigante.

Ella se aproximó, le miró con cercanía pues le inspiraba un cariño antiguo. El, paralizado, reconoció el brillo en sus ojos, me dedicaré a ella -pensó- hasta conquistarla.

Emma no pudo resistir posar su mano delicadamente sobre aquellas letras; “Tales” susurró fascinada. Sin darse cuenta lo apuró al mostrador de caja sentenciando: él se viene conmigo!

Al fin, tal y como él había intuido, se cumpliría su sueño: una adorable lectora le había visto el alma con apenas una ojeada. Era feliz.

Emma pagó el importe y acariciando su fina piel y aquellas letras doradas sobre verdinegro, se lo llevó hacia el pecho."Este libro es un tesoro y al fin es mío" -rubricó-.

tic tac

Una cuenta atrás… una sonrisa de euforia desatada en empatía, contagiosa. El ácido giberélico burlándose del talón de Aquiles del metabolismo. El sonido de una vieja Singer de mano entre los artríticos dedos que estiran la tela, el pespunte. El opio del pueblo en imágenes superlentas y dolby surround de hormigas sobre el cadáver de una manzana. El miedo a la respuesta conociendo la pregunta on the rocks. Idealizar; recrear; substituir; necesitar la evolución perdida en las bolas del ábaco. La muralla delante con un hueco a través del cual. Me asomo a la ventana eres la chica de ayer… y regreso tras el muro que me protege, me prohíbe, me limita, me enseña, me tortura, me complace. Mutación en un brindis de ironías hipócritas de networking a la carta. Bilis y vísceras mendigan una oportunidad desfilando en imágenes sórdidas, negras de contenido, ante los ojos de un ciego ¡compra o muere! freak. Heidi defecando sobre la esperanza de un pobre hombre mudo. Mensajes de esputos sanguinolentos salen de la boca de Dios, que vive en un sanatorio al norte de Marruecos, para manchar la Sábana Santa de alguna zorra ambiciosa, pasada de kilos, resentida, sin escrúpulos, sin ejemplo, con nombre y apellidos. El poder erecto y desnudo frente a la fortuna fornicando en bacanal ante notario. Una niña con vestido de ballet mira la gran pantalla con ojos de color azul cielo tormenta y la boca entreabierta. No está impresionada, ni sorprendida, ni asustada. Sonríe. No está. Y el mecenas del tiempo me mira… tic- tac. Implosión.
Unos sueños me secan la boca más que otros.

coloquial

De forma aritmética como cualquier escena que no lo parezca, como el sosiego del elefante, el 23 de abril salí del sanatorio por mi propio pie, dejando el agradecimiento al contado a todos cuantos me vieron. Dijeron los profesionales del subterfugio de los pretextos que había recuperado la cordura; sin embargo yo sabía que Algo me seguiría siempre como un fiel porteador, con todo lo acumulado a lo largo de los días, los años, la unidad del tiempo perdido y la forma de encontrarlo.
Algún día un ser evolutivamente sensible puede que me dé a conocer, un bonobo, un ser de relaciones sociales afectivas, una presa perfecta para Algo.

el juicio.

pasaje de "la nuez de ADáN (el principio)"

… todo empezó en diciembre de algún tiempo (el gris) entre acantilados y montañas con cúspide erosionada.
El término medio vestido de manzana (-¿otra vez le tenemos por aquí?-bromea el juez con el derecho romano a la derecha de su mesa y a la izquierda, sobre ella, destaca una botella fina y alargada de limonchelo, medio llena).
El fiscal y los prejuicios miran atentos todos los movimientos del acusado.
El retratista es Durero; Quevedo el consejero junto a él Alfonso décimo el Sabio y Don Pelayo.
En la exposición del caso son nombrados los colores que saldrán a colación mas tarde para testificar en contra.
Testimonios. Un fulano que parece hacer un monólogo ejemplar siembra:
-Tres gallegos hablan cada cual de lo suyo: -sois severos conmigo
-si lo tuviera en frente le diría…
-creo que la clave está en experimentarlo, (para aprender, digo, a aceptar).
Se espera con impaciencia el testimonio de Bono que nos hará su esplendida exposición del mito del lobo (la Europa del Medievo)
La sentencia. Desentierro (destierro y entierro, aliteración y otros recursos-recordarme a mí mismo- anoto Algo, el juez)
Lectura del Oeste: -Si quedas por aquí te encerrarán, lo sabes, no nos gustan los términos medios… y si te vas tarde o temprano te reclamaremos para que desempeñes tu papel de discordia. Para que siembres la duda te hago entrega de estas semillas de calidad garantizada por el señor Monsanto con su Bt y todo (no puedes negarte) llévate a- Bono, si quieres.
Conclusión (reflexión): otra vez caminando entre penumbras como debe ser, en mi casa por fin, con todas las preguntas abrazándome y dándome la bienvenida, no podría vivir sin ellas, vaya recibimiento…
Sé que me vigilan pero no pienso acercarme a los extremos y para evitarlo me he hecho instalar un microsistema en un punto anatómico cercano a las cuerdas hacedoras de sonidos, le llaman la nuez de Adán, es tecnología punta, cada vez que me despisto me aplica una descarga de neutrones recordatoria y corrijo inmediatamente la trayectoria que me define, menos mal, alguien tenía que inventar algo o me pasaría la vida en el banquillo del juzgado, esposado… me gusta este traje me hace sentir como una manzana…
A fe que funciona el inventito, piensa Algo, el incauto ni sospecha los prejuicios que incorpora el mecanismo de la nuez y con el tiempo se harán suyos y todo transcurrirá de una forma natural, perderá brillo poco a poco se irá arrugando y finalmente tras la descomposición orgánica, de sus semillas, germinará el árbol de la vida (que bonito manzano en flor):- ¡Adán, tráeme una manzanaaa!Este suceso ocasionado en la historia de Algo le marca todos los días de su vida. Le hacer ser y estar.

Sobre la tierra (he and it)

Haría cualquier cosa por ti, cualquier cosa por ti, cualquier cosa… excepto rendirme
supervivencia: a fuerza de fe la voluntad va retorciendo la química y poco a poco eclosionan las miradas con brillo de esperanza, las sonrisas satisfechas, el coqueteo de las células vivas reproduciéndose muy rápido, sagaces sobre terreno inexplorado. A saltos, corriendo con todos los instrumentos para conquistar, depredadores en un mundo sin resistencia. Legiones de miles de millones por todas partes aspirando a crecer mas, a durar mas, a colonizarlo todo sin dosificar, por si acaso, perpetuación endógena.
And suddenly he´s in front of himself – in a mirror- looking for the lost sunshine and saying: haría cualquier cosa por ti excepto prolongar mis días por egoísmo y con el hilo de vida que me queda tejeré el sudario que cubrirá este cuerpo que era vida, nunca mas intensa que antes de expirar.
And it’s sit seeing a tear between thousands of cellules died without resignation…
y supo entonces que carecía de aceptación.
Gana la batalla quien puede celebrar la victoria…