“...tengo que decirle que los círculos nunca se cierran porque son espirales .El universo entero es una soberbia espiral...el agua se desvanece en espiral donde quiera que esté, los torbellinos se mueven así hasta doblegar todo lo que tocan, el músculo del corazón es una espiral de mariposas en movimiento lento hacia sístole y hacia diástole. Como una ópera sublime la mejor representación del tránsito de la muerte a la vida se manifiesta cuando dos espirales se encuentran en una batalla brutal hasta tener una sola forma reordenada, para seguir el movimiento perenne de la energía hacia el amor que cansado de ser definido gira en torno a todo lo que se mueve: a las hojas que caen despacio responsables de la belleza que están desnudando, a las particulas del tiempo que tarda un diamante en ser pulido con las manos de la razón, a la tormenta que me envuelve cuando despierto exaltada de un sueño en el que me sobrecoge ver una lágrima que se desvanece sobre tu rostro, amor...”
